viernes, 31 de diciembre de 2010

OVV: Venezuela registró 17.600 asesinatos en 2009

Venezuela, uno de los países más violentos de América Latina, registró 17.600 asesinatos en 2009, según cifras de la organización Observatorio Venezolano de Violencia (OVV).

"Nuestra proyección para este año es de 17.600 asesinatos", precisó a la AFP Roberto Briceño León, director del OVV.

"Y estas son cifras conservadoras. Aquí no estamos considerando resistencia a la autoridad, que incluye unos 2.000 muertos más, ni tampoco los muertos en este diciembre que ha sido muy fuerte", agregó.

Según Briceño León, del total de fallecidos "entre 4.000 y 5.000 homicidios se registraron en Caracas", una de las ciudades más violentas de la región con "230 homicidios por cada 100.000 habitantes".

"Le siguen a Caracas los estados del centro del país, que son además los más poblados. Es un problema urbano, que afecta principalmente a la gente más pobre", indicó el experto.

Venezuela tiene una población de 29 millones de habitantes, según el Instituto Nacional de Estadística (INE).

El gobierno no entrega cifras de violencia desde hace años y es la prensa la que semanalmente presenta estadísticas sobre crímenes basándose en el número de cuerpos que ingresan a las morgues.

El OVV calculó que en 2009 fueron asesinadas 16.047 personas. Esta cifra es inferior a la que muestra un informe del INE, filtrado a la prensa en agosto, que calculó que en 2009 hubo 19.133 asesinatos en el país.
Según encuestas, la creciente inseguridad es el problema que más preocupa a los venezolanos.

"Es terriblemente alarmante, Venezuela tiene cuatro veces mas homicidios que México. Y no hay una opinión, una respuesta oficial", expresó Briceño.

En enero de 2010, el gobierno declaró una "ofensiva" contra la inseguridad y desplegó dispositivos especiales de seguridad en todo el país.

Globovision

viernes, 17 de diciembre de 2010

Retoman huelga de hambre para exigir pago del hato La Vaca

Hace dos meses hubo una primera huelga para que el MAT pagara

Hace ya más de cinco años el Gobierno nacional tomó el hato La Vaca, de 33 mil hectáreas en Guárico. Y ayer los hermanos Solórzano, propietarios de los 7 fundos que componen el predio, decidieron retomar la huelga de hambre que habían declarado hace dos meses, para exigir al Ministerio de Agricultura y Tierras (MAT) y al Instituto Nacional de Tierras (INTI) que cumplan con el pago acordado por las bienhechurías de La Vaca.

Carlos Solórzano y sus hermanos, frente a la sede del Consulado de España en Caracas, manifestaron que solo esperan que el Gobierno cumpla con el punto de cuenta del Presidente de la República que ordenaba la indemnización del caso. El monto, que no fue revelado, representaría una muy pequeña fracción del avalúo de Bs 50 millones que la familia Solórzano presentó ante el MAT.

Detalló que el MAT firmó un acuerdo, mediado por el Consulado de España, donde se estableció que antes del 30 de noviembre se cancelarían los compromisos por el hato La Vaca. "En el año 2008 nos dijeron que en 15 días estaría listo el pago. Nos preguntamos dónde está ese dinero que había aprobado el propio Presidente", dijo Solórzano, quien mencionó que ya se había pagado por siete grupos de fincas intervenidas por el Gobierno, mientras que no había avances con el hato La Vaca.

Amenazas y tardanzas

Durante el mediodía de ayer algunos funcionarios del MAT se reunieron con Solórzano. "No hubo ningún avance en el caso. Solo nos dijeron que 'no tomáramos ese camino'" de la protesta y la huelga, aseguró el productor. Al respecto, dijo que "nosotros nos formamos con dignidad y respeto a las leyes, sin tener que humillarse. No tenemos por qué vivir amedrentados".

Los mismos funcionarios que conversaron ayer con Solórzano le informaron que el pago se haría en enero, sin dar mayores explicaciones. A la familia Solórzano, aunque se le asignaron 4.000 hectáreas, en la práctica solo ocupan 400 hectáreas, donde han sembrado arroz y rubros frutales como mango, merey, limón, o guayaba.

El Universal

jueves, 16 de diciembre de 2010

Demoler las prisiones

Gilber Caro, Orden Luis María Olaso 2010, por defender los Derechos Humanos, asegura que las cárceles no fueron hechas para Latinoamérica,sino bajo copiando un modelo europeo. El coordinador de las redes penitenciarias denuncia que familiares también padecen la crisis del sistema

Sus primeros años los pasó corriendo por los pasillos del retén de Catia, Yare y Tocuyito, o jugando con los niños del barrio La Cochinera, en los Frailes de Catia.

Cuando recién alcanzaba la mayoría de edad, cayó preso por traficar droga y estuvo 10 años detenido. Hoy dedica su tiempo a colaborar con reos y familiares de reos.

"Nadie tiene la oportunidad de elegir su destino ni su familia cuando nace. Yo crecí en una familia con muchos problemas. En los años 80, visitaba siempre a mi hermano en la prisión, donde conocí a muchos presos que me hablaban de su dolor, de sus maldades, de sus virtudes y sus miedos. En los 90, caí preso, fui líder de banda y pastor. Desde que salí, hago trabajos en las cárceles. Tengo 30 años conociendo la realidad del sistema penitenciario".

Así resume su vida Gilber Caro, quien ahora es coordinador nacional de las redes penitenciarias del partido Voluntad Popular y obtuvo el pasado 9 de diciembre la orden Luis María Olaso 2010, por la lucha en la defensa de los Derechos Humanos de los privados de libertad.

–¿Ha habido algún cambio en las prisiones durante los últimos 30 años?
–Las cárceles están igual o peor de deterioradas porque no fueron hechas para Latinoamérica donde hay 500 muertos semanales. Copiaron el modelo europeo, donde hay un asesinato cada año y donde 10 homicidios al año es una alarma. Además, nuestra sociedad está tan dolida que lo que quiere es más venganza que justicia.

–¿Qué se debe hacer entonces para mejorar el sistema penitenciario?
–Nosotros, en nuestra organización, proponemos llevar a cabo lo que denominamos Plan 180, que busca disminuir la delincuencia en dos años. Primero, hay que depurar la policía, sacarla de los barrios y pagarle bien a los funcionarios. Segundo, hay que crear un sistema de prevención en todos los colegios, con buenos profesores educando sobre todo a los niños que crecen en barrios acerca de los valores familiares. Tercero, debe haber un sistema judicial descentralizado, poder tener acceso a un juicio justo y no sufrir retardo procesal. Los gobernadores y alcaldes deben encargarse de sus presos. Cuarto, las cárceles deben ser granjas abiertas de trabajo. Por último, debe haber reinserción social, tema del que nadie habla. Sale un plan de seguridad y sólo hablan de las personas que agarraron, pero no se escucha que se reinsertan a otros 400. Cuando no hay política de reinserción, se fracasa.

–¿Es suficiente que los ex presidiarios se regeneren para que se dé con éxito el proceso de reinserción social?
–No. La sociedad no está preparada para recibir a los presos que cambien o mejoren; no los contratan en empresas. Los mismos presos se tienen etiquetados, se sienten menos que nadie. Cuando se dan cuenta de esto, sienten que lo mejor que pueden hacer es reincidir en el delito que cometieron.

–¿Cree usted que es posible transformar la mentalidad de la sociedad?
–Para lograrlo, hay que crear oportunidades. Por ejemplo, yo tengo un programa que se llama "Dale la mano a tu par" que reinserta a los jóvenes y les consigue trabajo. Es importante que la sociedad conozca los testimonios de estas personas para crear confianza.

FAMILIARES PERJUDICADOS
Vivir la cárcel desde todos los puntos de vista ha hecho entender a Caro que los familiares de los reos padecen las calamidades del sistema penitenciario casi de la misma manera que los propios internos.

"Uno de los Derechos Humanos establecido en la Constitución es el de los niños, la familia y los hogares. La sociedad ve al individuo preso, pero no se da cuenta de que detrás del individuo están el niño y la esposa. La idea es transmitirle a los jóvenes que tienen familia y a la sociedad que el derecho a la familia es para todos. Con esto me refiero a que los derechos de esas personas también están siendo violados", explica.

Por esta razón, el coordinador nacional de las redes penitenciarias de Voluntad Popular maneja la fundación Familias de la Libertad, que busca "rescatar los valores y la dignidad de los familiares de los internos dictándoles talleres de formación y dándoles herramientas para que sean los embajadores de paz dentro de las cárceles".

"Santa va a las cárceles" es el nombre que le da a uno de los proyectos que lleva a cabo y que consiste en llevar más de 2 mil juguetes a los hijos de los reos mientras hacen la fila para poder visitar a sus parientes recluidos.

–¿Qué propone para mejorar las condiciones de las visitas penitenciarias?
–Quiero instalar un botiquín de primeros auxilios para que los familiares tengan asistencia de salud. También sería útil construir establecimientos especiales para que no tengan que hacer colas por horas bajo un palo de agua o durmiendo en la acera de la calle. Hay que tratar de que la familia se sienta cómoda y estable.

–¿Qué considera usted que le ha faltado al Estado para acabar con la tragedia carcelaria?
–Al Estado le ha faltado comprender que las cárceles fracasaron, sincerarse y empezar desde cero. Las prisiones encerradas deben ser demolidas; fueron hechas en lugares calientes. Mientras en otros países cierran cárceles, aquí queremos abrir más. Pareciera que quisiéramos tener una política de más delitos. No creo que empezar desde cero sea muy difícil: es dar una amnistía, perdonar, es tratar de que cuando la persona salga tenga un plan de contingencia para atenderlo, es sincerar el sistema. A los delincuentes hay que encerrarlos en granjas agrícolas, espacios abiertos que les brinden oportunidades de trabajo. Por supuesto que debe ser un lugar delimitado, pero fresco y acondicionado. A las cárceles hay que verlas como formación y no como castigo. También debe haber inversión por parte de las empresas privadas para que éstas manejen parte del funcionamiento de las prisiones y sean quienes den la comida, como en Francia. Los reos deben ganar un dinero por su trabajo para destinarlo a sus familias.

Tal Cual Digital

viernes, 10 de diciembre de 2010

Amnistía Internacional reitera pedido de liberación de Afiuni

Amnistía Internacional reiteró a las autoridades venezolanas el pedido de liberación de la ex jueza María Lourdes Afiuni, quien hoy cumple un año detenida en el Inof, y que a juicio de la organización es un “caso de indebida interferencia política por parte del Ejecutivo nacional.

Este nuevo pronunciamiento, a través de un comunicado, ocurre a propósito de celebrarse el Día Internacional de los Derechos Humanos.

A continuación el comunicado:

A un año de su detención arbitraria, Amnistía Internacional reitera el pedido de liberación de la Jueza Afiuni.

Amnistía Internacional considera que la detención de la jueza María Lourdes Afiuni Mora el pasado 10 de diciembre de 2009 es un caso de indebida interferencia política por parte del ejecutivo. Su detención vulnera los Principios Básicos de la ONU relativos a la Independencia del Poder Judicial, adoptados en 1985, que determinan que “[l]os jueces resolverán los asuntos que conozcan con imparcialidad...sin restricción alguna y sin influencias, alicientes, presiones, amenazas o intromisiones indebidas, sean directas o indirectas, de cualquiera sectores o por cualquier motivo”.

La jueza Afiuni ha sido acusada de “corrupción propia, abuso de autoridad, favorecimiento para la evasión y asociación para delinquir”. Su detención se produjo horas después de haber emitido una orden de libertad condicional a favor del banquero Eligio Cedeño. Decisión que se encontraría dentro de su competencia y se ajustaría a las leyes venezolanas que establecen que nadie puede estar detenido a la espera de juicio más de dos años.

La orden de libertad condicional dictada por la jueza en diciembre de 2009 fue condenada públicamente por el Presidente del Gobierno Hugo Chávez. Un año después, la Fiscalía General de la República no habría presentado ninguna prueba fehaciente para sustentar los cargos en contra de la jueza Afiuni.

Amnistía Internacional se encuentra profundamente preocupada por las consecuencias que este caso pudiera tener en la disposición que puedan tener las y los jueces de Venezuela a extender a todas las categorías de procesados, los beneficios y salvaguardas contempladas en la constitución y las leyes de Venezuela, así como en los convenios internacionales de los cuales Venezuela es parte. El temor de las y los jueces a la falta de aceptación de sus decisiones por parte del Ejecutivo y otras instancias del Estado venezolano y las posibles consecuencias que esto acarrearía, podría afectar la realización de los derechos humanos de la población y la capacidad de los procesados, víctimas y familiares de posibles abusos a los derechos humanos, a obtener justicia y reparación bajo claras normativas preestablecidas.

El Grupo de Trabajo sobre la Detención Arbitraria, la Relatora especial sobre la independencia de magistrados y abogados, y la Relatora especial sobre la situación de los defensores de los derechos humanos, han insistido que “se ponga a la Jueza Afiuni en libertad inmediata e incondicional” y que “[l]as represalias por ejercer funciones constitucionalmente garantizadas y la creación de un clima de temor en el poder judicial y en los abogados no sirve a otro propósito que el de socavar el estado de derecho y obstruir la justicia”, en palabras de estas instancias de Naciones Unidas del 16 de diciembre de 2009.

Preocupa asimismo a Amnistía Internacional que la encarcelación preventiva de la jueza Afiuni en instalaciones en las que se encuentran reas que habrían sido condenadas por ella, pondría a la magistrada en situación de riesgo, y constituiría un castigo cruel, inhumano y degradante, por el prolongado temor a sufrir lesiones graves o muerte. Temor fundamentado por las constantes amenazas e intentos de atentar contra su integridad física, que hasta la fecha habría denunciado la jueza y que al parecer, continúan sin ser debidamente investigados; así como por la situación de violencia generalizada en las prisiones del país, la cual ha ameritado repetidas medidas de protección dictadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

Además, de acuerdo a la información recibida, la jueza Afiuni tiene diversos problemas de salud que requieren medicación y atención médica que incluye pruebas ginecológicas y oncológicas; y en más de una ocasión se le habría negado acceso a atención médica adecuada.

Amnistía Internacional EXHORTA a las autoridades VENEZOLANAS a:

Liberar a la jueza Afiuni y asegurar de forma inequívoca y públicamente su respeto a la labor de los operadores de justicia y su compromiso a respetar y garantizar la independencia del poder judicial.

Liu Xiaobo: Espero ser la última víctima de la inquisición literaria de China

El intelectual manifestó que "aunque los crímenes de los que se me acusa son distintos en nombre, su verdadera esencia es realmente la misma: ambos son crímenes de discurso". Hizo votos por un país en el que "todas las visiones políticas estarán bajo el sol para que la gente escoja", y "nadie podrá, bajo ninguna circunstancia, sufrir persecución política por tener posiciones divergentes"

El activista chino Liu Xiaobo, premio Nobel de la Paz 2010, envió a la ceremonia de este galadón el discurso titulado I have no enemies (No tengo enemigos) ante su imposibilidad de asistir a la entrega por estar encarcelado por el régimen de China.

El texto fue leído durante el acto por Liv Ullman, debido a que la esposa del homenajeado, Liu Xia, tampoco asistió por estar bajo arresto domiciliario.

Liu narró cómo su vida cambió de ser profesor, escritor y conferencista a estar en prisión por expresar ideas contrarias a las del gobierno chino.

"Lo que exigía de mí mismo era esto: como persona o como escritor, llevaría una vida de honestidad, responsabilidad y dignidad", expresó Liu a través de la voz de Ullman.

El intelectual manifestó que "aunque los crímenes de los que se me acusa son distintos en nombre, su verdadera esencia es realmente la misma: ambos son crímenes de discurso".

Sin embargo, el académico aclaró que, aunque "he sido declarado enemigo de la mentalidad del régimen, (...) aún quiero decirle a este régimen que me está quitando la libertad que me mantengo firme en las convicciones que declaré en mi huelga de hambre".

Al régimen, y a los funcionarios involucrados en su encarcelamiento y persecución, declaró en varias oportunidades en su discurso: "no tengo enemigos y no tengo odio".

"Ninguno de los jueces que me juzgaron son mis enemigos, aunque no hay forma de que les acepte sus arrestos" pero "respeto sus profesiones y sus integridades, incluyendo la de los dos fiscales que ahora están escogiendo cargos en mi contra en nombre de la fiscalía", afirmó.

Progresos graduales

A pesar de encontrarse en prisión por oponerse al régimen, Liu asegura haber visto progresos paulatinos en su causa.

Aseguró que la labor de la disidencia "ha llevado a una tolerancia creciente de parte del régimen y una notable caída de la persecución social a la disidencia"

Liu explicó que "el debilitamiento de la mentalidad enemiga ha sido el camino para que el régimen acepte los derechos humanos"

Recordó que "en 2004, el Congreso Nacional del Pueblo mejoró la constitución incluyendo por primera vez que el Estado respete y garantice los derechos humanos" Por eso, a pesar de las medidas en su contra, considera que, "los derechos humanos ya se han vuelto uno de los principios fundamentales del régimen legal de China".

También expresó que "he podido sentir estos progresos a un nivel micro a traves de la experiencia de mi arresto", donde percibe la mejoría de sus condiciones de reclusión y el respeto de quienes lo han tratado.

"Es precisamente por tales convicciones y experiencias personales que firmemente creo que el procesos político de China no se detendra", afirmó Liu.

"Estoy lleno de optimismo y espero una China libre en el futuro. No hay fuerza humana que pueda detener la voz que lucha por la libertad", expresó.

Homenaje a Liu Xia

El activista Liu Xiaobo también dedicó en su discurso palabras a su esposa, Liu Xia, quien representa para él "la luz del sol que salta sobre altas ventanas, calentando cada célula de mi cuerpo, permitiendo mantenerme en paz en mi corazón y sintiendo que cada minuto en prisión significa algo".

Por ello, expresó a Liu Xia que "con tu amor puedo calmadamente llegar a mi destino sin arrepentirme de las decisiones que he tomado".

La China de sus sueños

Liu culminó su discurso describiendo el ideal de nación que espera ver en algún momento materializado. Una nación en la que "las visiones mayoritarias y minoritarias sean igualmente garantizadas, y las visiones políticas de aquellos que difieren del poder sean respetadas y protegidas".

"Espero con ansias que mi país sea una tierra con libertad de expresión, donde el discurso de cada ciudadano sea bien tratado", expresó.

Liu sueña con que en su país "todas las visiones políticas estarán bajo el sol para que la gente escoja", y "nadie podrá, bajo ninguna circunstancia, sufrir persecucion política por tener posiciones divergentes".

Por eso, aseguró: "espero ser la última víctima de la inquisición literaria de China, y que nadie sea discriminado por su discurso".

Para Liu, "la libertad de expresión debe ser la fuente de la humanidad, y la madre de la verdad. Extrangularla es pisotear los derechos humanos, asfixiar la humanidad y suprimir la verdad".

Aclaró que "no hay nada criminal en lo que he hecho, pero si los cargos se me presentan, no tengo quejas".

El Nacional.